Comprar una casa es uno de esos sueños caros que todo el mundo tiene. Es tan caro que hace falta una hipoteca para poder hacerlo. Hay un error que la mayoría de españoles comete al pedir su hipoteca y que para una casa de 200.000 euros puede costarles 142.000 euros más.
El gran error de los españoles es dejarse embaucar por los números del banco. Las entidades financieras nos han enseñado a fijarnos en la cuota al valorar la hipoteca, dejando de lado otras variables más importantes como el importe total que terminarás pagando por la hipoteca.
El truco es que 500 euros al mes suenan asequibles, pero para conseguir esa cuota tendrás que contratar una hipoteca a 30 años. Hacerlo tiene tres consecuencias negativas que debes conocer:
- Con una hipoteca a largo plazo pagas el doble por tu casa entre intereses y gastos añadidos. Si no te lo crees, en este artículo hacemos números.
- Con una hipoteca pierdes flexibilidad laboral y económica. La casa te ata físicamente y económicamente. Tienes una hipoteca que deberás pagar todos los meses y eso puede hacer que pierdas oportunidades profesionales para trabajar en el extranjero, por ejemplo. Además, si quieres reducir lo que pagas al mes por vivienda, con una hipoteca será imposible, algo que no ocurre si vives de alquiler.
- Es fácil que caigas en las trampas del banco al contratar la hipoteca. Las famosas cláusulas suelo son un ejemplo de los trucos que el banco puede colar en tu préstamo sin que te des cuenta (el 95% de los españoles no se lee su hipoteca). ¡Y no son las únicas! Comisiones ocultas y gastos difíciles de cuantificar como seguros de vida más caros, tarjetas que te cobran cada año la emisión o planes de pensiones con muchas comisiones y poco rendimiento.
Lo ideal es comprar una casa con una hipoteca de no más de 15 años. Aquí te enseñamos cómo conseguirlo.